La importancia de la Psiquiatría Infantil

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La importancia de la Psiquiatría Infantil

La psiquiatría, como bien sabes, es una especialidad de la medicina que se centra en el estudio y tratamiento de enfermedades mentales. Se diferencia de la psicología en la formación de base y en las posibilidades diagnósticas y terapéuticas. Concretamente, la psicología se ve limitada a los tratamientos psicoterapéuticos por medio de la palabra. Por el contrario, el médico psiquiatra tiene un abanico más amplio de conocimientos del cuerpo, no solo de la mente, lo cual le permite realizar diagnósticos diferenciales entre una patología mental y una física. Además, está capacitado para prescribir determinados fármacos y controlar la evolución del paciente que toma la medicación.

El psiquiatra infantil y de adolescencia es un médico especializado en el diagnóstico y tratamiento de desórdenes del pensamiento, las emociones y/o el comportamiento que afecta a los niños, adolescentes y sus familias. Este tipo de profesionales siempre ofrece a las familias las ventajas de haber adquirido una educación médica, así como la responsabilidad de proveer cuidado comprensivo.

El papel fundamental de los psiquiatras infantiles

En los años ochenta, surgieron bastantes necesidades asistenciales en psiquiatría. Es más, numerosos médicos especialistas que estaban en el extranjero, volvieron para echar una mano.

Con el fin de poder atender las crecientes demandas de la población, no había una red sanitaria psiquiátrica en condiciones, por lo que, se buscaban médicos generales, psicólogos de adultos y personas profesionales que pudieran trabajar estos temas. Sin embargo, muchas veces no tenían ninguna formación en niños y adolescentes, por lo que, lo que buenamente hacían, muchas veces no bastaba.

Actualmente, todo ha cambiado y contamos con psiquiatras especialistas en psiquiatría infanto-juvenil, con bases teóricas y funcionales de todo tipo.

El psiquiatra infantil hace uso de sus conocimientos biológicos, psicológicos y de los factores sociales al trabajar con los pacientes. Inicialmente, realiza un examen comprensivo de tipo diagnóstico que se lleva a cabo para evaluar el problema presente, prestándoles atención a componentes físicos, genéticos, de desarrollo, emocionales, educacionales, familiares, cognoscitivos, de sus padres y sociales. Así, se llega a un diagnóstico y a una formulación diagnóstica que comparte con el paciente y con su familia. El psiquiatra infantil diseña un plan de tratamiento que considera todos los componentes y discute las recomendaciones con el niño o adolescente y con su familia.

La psiquiatría infantil como prevención de la psiquiatría para adultos

La psiquiatría infantil es una importante fuente de prevención de la psiquiatría de adultos. Si no se toma en serio cuando empieza a ser necesario en la etapa infanto-juvenil, no se puede pretender que los adultos de mañana estén más sanos que los adultos de hoy. La psiquiatría infantil es el camino para evitar problemas más graves en el futuro.

Por lo que, está claro que, si no se tratan los síntomas cuando empiezan a surgir, es posible que más tarde, tengan que acabar yendo al psiquiatra una vez hayan empeorado y sea insostenible la situación.

La psiquiatría infantil contra el consumo de drogas

La cultura de la permisividad con las drogas y el alcohol favorece cada vez más el incremento de las adicciones y las drogodependencias. Los menores empiezan a fumar y a beber a edades muy tempranas, especialmente las chicas. A esta edad, fumar tan solo una calada conlleva numerosos riesgos muy graves de dependencia de la droga. La principal razón es que se trata de personas todavía muy inmaduras e influenciables que no tienen formada una opinión fuerte al respecto para rechazarlo.

El niño que no sigue la moda de fumar y beber lo tildan de bicho raro e incluso lo marginan. De esta forma, la presión psicológica que recibe del entorno es tan grande que, si le ofrecen de fumar y lo acepta, puede iniciar un camino hacia la toxicomanía.

En el momento que los padres detecten este tipo de comportamientos, es crucial poner una solución lo antes posible. Y si es necesario, acudir a ayuda psicología y psiquiátrica.

El papel de los padres en la psiquiatría infantil

Los niños no se pueden tratar sin hablar con los padres o tutores legales, así como con sus profesores o su médico o pediatra general.

Muchas veces, los padres llevan al niño que tiene un mal comportamiento al psiquiatra o al psicólogo infantil para que este encuentra un remedio que lo tranquilice. Pero de lo que no quieren hablar es de las interacciones patológicas o actitudes paternas que hacen que el niño se angustie. A menudo, el niño se comporta así porque hay una tensión familiar, una rigidez, una educación represiva o conflictos entre los padres.

Por ello, el papel de los padres es fundamental para la evolución favorable de los más pequeños.