El doctor Sánchez Menéndez habla en Antena 3 sobre salud mental en niños y adolescentes
A raíz de la fatídica masacre en un colegio de Texas en EEUU, se ha planteado el papel de las redes sociales y cómo pueden afectar a la salud mental de niños y adolescentes. El joven que cometió el asalto, previamente lo avisó en sus propias redes sociales. Sabemos por sus allegados que sufrió acoso escolar, pero desconocemos otras muchas cosas sobre su entorno, vivencias y desarrollo para saber con exactitud que le llevó a hacerlo.
En este artículo veremos porqué es muy difícil saber a ciencia cierta si padecía un trastorno mental o no, así como las posibles señales a las que, como padres, debemos estar atentos. Además, veremos cómo pueden afectar las redes sociales en la población infanto-juvenil, un sector muy sensible al estar en pleno desarrollo.
¿Podemos encontrar una respuesta en la psiquiatría a este comportamiento?
Como veíamos antes, saber lo que pasa en la mente de una persona con exactitud es bastante complejo, sobre todo, sin tener un acercamiento en la consulta donde poder estudiarlo a fondo. Para ello, habría que sentarse previamente con ese niño o adolescente, y, sobre todo, hacerlo antes de que se desarrollen acontecimientos así.
El doctor Sánchez Menéndez aclara que no debemos psiquiatrizar todo comportamiento humano. Es cierto que la psiquiatría está cambiando y que ya no solo se trabaja con trastornos mentales graves. Hoy en día no hace falta sufrir un trastorno de gravedad para acudir a la consulta. Sin embargo, no siempre podemos encontrar una justificación a un mal comportamiento en la psiquiatría, es decir, en la alteración del juicio de una persona. La psiquiatría es una rama más de la medicina que estudia la enfermedad del sistema nervioso central, pero no siempre justifica los actos humanos que pueden generarse.
“No podemos buscar siempre la respuesta en la psiquiatría, porque no siempre existe en ella”. Así, el doctor nos explica la complejidad de encontrar el porqué de los actos de una persona. No podemos afirmar con total certeza que el joven tuviera algún tipo de trastorno mental. Para ello, habría sido necesario un análisis en consulta, durante un periodo largo con el objetivo de poder estudiar cómo se adapta a las diferentes dificultades que tenía en su vida diaria. Cuando hablamos de cerebros de niños y adolescentes necesitamos un periodo de tiempo largo, una evolución, para ver cómo está madurando y creciendo.
Los psiquiatras infanto-juveniles necesitamos tiempo, no tener prisa. No se puede establecer una identidad diagnóstica en un día, por ejemplo.
Es esencial poder abordar al niño, a la familia, entender su contexto social, su contexto cultural, su contexto académico, y, una vez recabados todos esos datos, se podría construir una historia médica, y, con el tiempo, se podrá establecer o no un diagnóstico médico.
¿Cómo podemos interpretar las señales de alerta?
Muchas veces, a las propias familias se les escapan las señales de alerta de un niño o adolescente. Al final, la familia es el primer escalón. Si los padres no preguntan, no son sensibles a pequeños cambios de conducta, de comportamiento, de rendimiento académico, de si dejan de salir con sus amigos, de salir a la calle, o cada vez tienen más complicaciones para ir al colegio, etc. En casa también debemos saber detectar este tipo de cambios que son el primer síntoma de que algo no va como debería.
Sin embargo, no todos los niños transmiten esos síntomas de la misma forma. Muchos niños hacen un esfuerzo titánico por no ser transparentes y por no trasladar en casa esa problemática que están teniendo en el colegio. Normalmente, son niños con un perfil de baja autoestima, de mucha inseguridad, o que están viviendo en casa un mal momento (fallecimiento de familiar, divorcios, hermanos problemáticos). Son niños que no quieren aportar más problemas a casa.
Es cierto que nuestro ritmo de vida muchas veces no permite a los padres estar encima, o pasar tiempo de calidad con los niños. No obstante, en casa es donde hay que depositar la principal responsabilidad, y no en personal externo o profesional, como profesores, monitores o médicos. Los padres debemos estar atentos y velar porque todo vaya bien. Al fin y al cabo, la crianza es responsabilidad de los padres.
¿Cómo están afectando las redes sociales en los niños y adolescentes?
Un ejemplo que puso el doctor en la charla es la típica dinámica familiar que se da en un restaurante, por ejemplo. Nos cuenta cómo los padres acuden a los móviles y las Tablets para distraer y calmar a los más pequeños. Con este tipo de actos, estamos privando a los niños de una inclusión familiar. Sin embargo, cuando crecen y sí queremos que se incluyan porque es más sencillo interactuar con ellos, ya es complicado, ya que en su día no aprendieron a incluirse. Lo que no somos capaces de sembrar en el principio, no lo vamos a obtener después.
Además, aclara que las redes sociales están siendo el cáncer del siglo XXI para la población infanto-juvenil. Las redes sociales son un escaparate y una fuente de información precoz para el cerebro de estos niños. Un niño está recibiendo demasiada información y de todo tipo por las redes sociales. Si no hay control por parte de los padres, se abren a lo mejor, pero también a lo peor, lo que genera unas complicaciones tremendas.
Por ejemplo, en la actualidad, existe entre los jóvenes una moda conocida como “role play”, que consiste en crearse 10 o 15 perfiles de Instagram con diferentes personalidades. Dependiendo de lo que le apetezca ser hoy o con quien quieren interaccionar, el niño se meterá en un perfil u otro. A través de estos perfiles están aislados de la exposición social en la calle, y tiene un mundo totalmente paralelo y totalmente distorsionado, llegando incluso a dudar de su propia personalidad, de su identidad de género o sexualidad, solo porque ese mundo de fantasías virtual les genera una clara distorsión del camino por donde ellos irían si no estuviesen expuestos a esto.
En definitiva, el papel de los padres es primordial para la prevención y el tratamiento de los niños y adolescentes. Tanto a la hora de detectar señales de alerta que nos indiquen que algo no va como debería, como para protegerlos en las redes sociales.
A continuación, te dejamos el vídeo completo de la entrevista en Antena 3, en la que no solo participa el Psiquiatra, sino que también el educador Jero García. Ambos hablan y debaten sobre los problemas que afrontan niños y jóvenes hoy en día, como el acoso escolar, las relaciones en las redes sociales y el desarrollo de la propia personalidad. Un encuentro bastante enriquecedor a la vez que interesante.