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Nuestra identidad va más allá de un diagnóstico médico
Nuestra identidad va más allá de un diagnóstico médico

No eres tu enfermedad: diferencia entre identidad y diagnóstico


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El diagnóstico de una enfermedad mental puede ser un punto de inflexión en la vida de una persona. Para algunos, recibir un diagnóstico representa alivio y claridad; para otros, puede convertirse en una etiqueta que define quiénes son. Sin embargo, es fundamental entender que un diagnóstico no es una identidad, sino una herramienta que permite comprender mejor las dificultades y abordarlas con estrategias adecuadas.

En nuestra vida cotidiana, a menudo utilizamos etiquetas para simplificar la realidad, pero cuando estas etiquetas se convierten en el centro de nuestra identidad, pueden limitar nuestra percepción de lo que somos capaces de hacer.

No somos solo una profesión, una nacionalidad o una afición, así como tampoco somos exclusivamente un diagnóstico. Separar ambos conceptos es esencial para construir una vida plena y equilibrada. Es clave aprender a ver más allá de la etiqueta clínica y redescubrir aquellas facetas que nos hacen únicos.

La diferencia entre identidad y diagnóstico

Modificar el entorno para favorecer el bienestar mental no siempre requiere cambios drásticos. Pequeñas acciones pueden generar un gran impacto en la calidad de vida. ImNuestra identidad está compuesta por múltiples dimensiones: nuestras experiencias, valores, relaciones y aspiraciones. Un diagnóstico, en cambio, es una evaluación clínica de ciertos síntomas y patrones de comportamiento.

Es importante recordar que nuestra identidad es flexible y está en constante evolución. Un diagnóstico puede proporcionar información valiosa sobre cómo manejarnos mejor en el día a día, pero no debe definirnos por completo.

Así como alguien que se fractura una pierna no se convierte en «una pierna rota», una persona con ansiedad o depresión no se convierte en «ansiosa» o «depresiva» como único rasgo de su identidad. Del mismo modo, no nos definimos por un único aspecto de nuestra vida, ya sea nuestro trabajo, nuestras relaciones o nuestras aficiones.

Cómo evitar que el diagnóstico defina quién eres

Aceptar un diagnóstico no significa resignarse a él como el único aspecto de nuestra vida. Existen estrategias que pueden ayudar a mantener una perspectiva saludable y equilibrada:

1. Reconocer que el diagnóstico es una herramienta, no una etiqueta

Imagina que estás aprendiendo a tocar un instrumento y al principio te cuesta coordinar las notas. Esto no significa que no seas capaz de hacerlo, solo que necesitas práctica y paciencia. De la misma manera, un diagnóstico no define quién eres, sino que indica un área en la que puedes trabajar para mejorar tu bienestar.

Un diagnóstico proporciona información para comprender mejor ciertos desafíos, pero no debe ser visto como una condena inmutable. Con el tratamiento adecuado, muchas personas logran mejorar su calidad de vida y manejar sus síntomas de manera efectiva.

2. Explorar otros aspectos de la identidad

Pensemos en alguien que, tras años de dedicarse a una sola actividad, descubre una nueva pasión que nunca había explorado. A veces, encasillarnos en una sola imagen de nosotros mismos nos impide ver todo nuestro potencial. El hecho de tener un diagnóstico no debería impedirnos descubrir y desarrollar otras áreas de nuestra identidad.

Es importante recordar que una persona es mucho más que su diagnóstico. Cultivar intereses, relaciones y proyectos personales ayuda a fortalecer la identidad más allá de la enfermedad.

3. Evitar el lenguaje autolimitante

Es como cuando alguien dice «soy malo en los deportes» después de fallar en un partido. En realidad, lo que ha ocurrido es que en ese momento tuvo un mal desempeño, pero eso no lo define. Al cambiar la forma en que nos expresamos sobre nuestras dificultades, también modificamos la percepción que tenemos de nosotros mismos.

Expresiones como «soy depresivo» o «soy ansioso» refuerzan la idea de que la enfermedad define a la persona. En su lugar, es preferible decir «tengo depresión» o «tengo ansiedad», reconociendo que es una condición y no una característica esencial.

4. Buscar apoyo en la comunidad

Pensemos en un escritor que sufre de bloqueo creativo. En lugar de aislarse y asumir que ya no es un buen escritor, busca retroalimentación en su comunidad y descubre que, con el estímulo adecuado, puede volver a conectar con su pasión. Del mismo modo, rodearnos de personas que nos ven más allá del diagnóstico nos ayuda a reforzar nuestra identidad auténtica.

Tener una red de apoyo que valore a la persona más allá de su diagnóstico puede ser clave para desarrollar una visión más amplia de uno mismo. Grupos de apoyo, terapia y espacios de socialización pueden ayudar a construir una identidad saludable.

5. Adoptar un enfoque de crecimiento y recuperación

Si alguna vez has intentado correr una maratón sin entrenamiento previo, sabrás que puede parecer imposible al inicio. Pero con el tiempo, entrenamiento y constancia, es posible alcanzar la meta. Lo mismo ocurre con la salud mental: el progreso se construye paso a paso, y cada avance cuenta.

Muchas enfermedades mentales pueden ser gestionadas con estrategias adecuadas. En lugar de enfocarse en las limitaciones, es útil centrarse en las habilidades y herramientas que permiten avanzar hacia el bienestar.

Abrazar una visión integral de ti mismo

Si alguna vez has intentado correr una maratón sin entrenamiento previo, sabrás que puede parecer imposible al inicio. Pero con el tiempo, entrenamiento y constancia, es posible alcanzar la meta. Lo mismo ocurre con la salud mental: el progreso se construye paso a paso, y cada avance cuenta.

Muchas enfermedades mentales pueden ser gestionadas con estrategias adecuadas. En lugar de enfocarse en las limitaciones, es útil centrarse en las habilidades y herramientas que permiten avanzar hacia el bienestar.

Routine Checkups is an important part of children health.

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